EVO MORALES ANTE LA SIP

El presidente Morales dijo que los medios de comunicación privados tienen posición parcializada. Los gremios periodísticos criticaron a Evo e hicieron un llamado para defender la libertad de expresión.
El presidente Evo Morales llamó ayer a los periodistas “pollos de granja” y pidió a la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) que eduque a los trabajadores de la información. Acusó a los medios de comunicación de formar parte de un movimiento de oposición a su Gobierno.
El Jefe de Estado hizo esas declaraciones en la reunión que sostuvo la tarde de este miércoles en el Palacio Quemado con los representantes de la SIP, que llegaron a La Paz para levantar un informe sobre la libertad de expresión en Bolivia.
Interrogado por el segundo vicepresidente de esa organización continental, Gonzalo Marroquín, sobre cuándo levantaría la restricción para que los medios privados participen en las conferencia de prensa, el Mandatario respondió: “no hay problema, en temas de conferencia de prensa, en todos los países tengo conferencias de prensa”.
“Sólo —prosiguió el Presidente— periodistas de La Paz, primero, parecen una granja de pollo. Cuando tienen que preguntar, todo el mundo grita, como los pollitos de la granja; y no se entiende nada. No sé a quién vamos a responder”.
Recordó que en las “conferencias de prensa acá, con la prensa internacional, bien ordenado, bien decente, mi saludo y mi admiración. Ustedes saben que antes, como dirigente, ahora como Presidente viajo bastante, la prensa del exterior muy bien disciplinado”.
Subrayó que en las conferencia con los periodistas bolivianos “no se puede escuchar a nadie, no se puede atender a nadie”.y “cuando explicas, te lo tergiversan, o mienten, como estamos viendo en los medios de comunicación”.
Solicitó a los representantes de la SIP que eduquen a los periodistas para “que sepan cómo preguntar, cómo ordenarse las preguntas. Bienvenido”.
“Llegó también la hora de educar a los periodistas, que sepa cómo preguntar, de esta manera desglosar y explicar punto por punto”.
Por su parte, el presidente de la SIP, Enrique Santos, pidió, “muy gentilmente”, al Presidente que levante esa restricción con el objetivo de mejorar el “clima democrático y de la propia fortaleza democrática de la sociedad boliviana”.

Movimiento opositor
Durante su exposición, el Mandatario acusó a los medios privados de pertenecer a un movimiento opositor y señaló a sus propietarios de defender posiciones económicas .
“Somos —aseguró Morales— tolerantes. Vamos a seguir aguantando, venga de donde venga, esa clase ofensas. Lo cierto es que la prensa es un movimiento político”
Consideró que quienes supuestamente tergiversan la información no son los periodistas asalariados, sino “son sus jefes de prensa o los dueños de los medios de comunicación”.
Marroquín recordó que la SIP “no protege, de ninguna, manera, ni defiende, ni le interesa defender hechos de corrupción”. En el encuentro, Morales estuvo acompañado por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; el vocero de la Presidencia, Iván Canelas; el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti; y un asesor jurídico.
Por la SIP estuvieron el presidente de esa organización, Enrique Santos; Marroquín, Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa; y el director Julio Muñoz.
En la primera parte del encuentro, Canelas expuso las causas por las que el Gobierno consideraba que los medios “tergiversan” la información o aplican sobre los hechos criterios de opinión.
Para ello, expuso tapas de periódicos y justificó cada una de las observaciones del Ejecutivo. En su informe incluyó a los noticieros de algunas televisoras, pero no mencionó casos en radioemisoras. Entre los rotativos mencionados están El Mundo, La Razón, La Prensa, El Deber, Los Tiempos, El Nuevo Día; y entre los canales, Unitel, Red Uno, PAT y Cadena “A”.
El ministro Quintana se refirió al caso de Pando, donde, según documentación obtenida por el Gobierno, el ex prefecto Leopoldo Fernández tendió una red vínculos con los medios y utilizó para ello recursos fiscales para presuntamente pagar sueldos de periodistas. Mientras que el viceministro Llorenti acusó los medios privados de practicar el “terrorismo mediático” tal como hizo en otras ocasiones el presidente Morales y otros miembros del Órgano Ejecutivo.
Las organizaciones que agrupan a los periodistas manifestaron su malestar por el calificativo peyorativo (pollos de granja) utilizado por el Jefe de Estado. Por ejemplo, el presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, Pedro Glasinovic, dijo que en este momento este gremio libra una batalla en defensa de libertad de expresión.
Morales, junto al vocero Iván Canelas, el ministro Juan Ramón Quintana, y el viceministro Shacha Llorenti se reunieron en el Palacio de Gobierno con la delegación de la SIP de manera pública. En la oportunidad, el Ejecutivo presentó un video con extractos de los noticieros, revistas y programas de análisis de las redes Unitel, PAT, Cadena A; además de las portadas de los periódicos El Mundo, La Razón, La Prensa, El Deber, Los Tiempos, El Nuevo Día, entre otros.
En la edición preparada por el Gobierno se evidencia la tendencia de los enfoques informativos de algunos medios de comunicación que apoyan de manera abierta a los sectores opositores del Ejecutivo, a través de las frases u oraciones que usan en sus generadores de caracteres o notas al pie de pantalla, el audio de fondo de las notas, titulares, gráficos y comentarios dirigidos de los presentadores.
En uno de los extractos de los programas; se observa que una conductora de televisión presentó a su entrevistado asegurando que a los trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianosles piden diezmos, e inmediatamente el invitado, que por cierto era uno de los funcionarios de esa empresa estatal, le contradijo al indicar que no les cobraban nada.
La presentadora de televisión insistió y dijo: “¿(Pero) a usted le cobraron alguna vez? Y el trabajador de YPFB respondió: “Nunca me cobraron”.
En otras “informaciones” se evidencian las contradicciones entre lo que afirman las autoridades del Gobierno y lo que indican los cuestionados medios de comunicación en los generadores de caracteres.

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