"La polémica se ha instalado como negocio televisivo, con informaciones sin contrastar y proliferación del rumor. En determinados programas que intentan confundirse con la información se da un espectáculo nada beneficioso para la sociedad. Aunque los periodistas también somos responsables, la responsabilidad mayor recae en la propia sociedad, que debe exigir otras cosas. Si el ciudadano toma cartas en el asunto y no admite esos contenidos, desaparecerán."
Lo dijo Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ante la pregunta del título, formulada por el diario Público.
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