viernes, 11 de septiembre de 2009

La Política y la Tele.


Por Daniel Figares | Montevideo Portal


Hace unos días el Senado acaba de sancionar un proyecto de ley x el cual se regula la emisión de publicidad electoral en los medios televisivos.
Aún a riesgo de ser grosero en la simplificación, lo explico. Lo que propone el gobierno del Frente Amplio es que los minutos de propaganda electoral se relacionen directa y proporcionalmente con los votos obtenidos x los partidos políticos en las últimas elecciones nacionales pasadas, y con los candidatos salidos de las internas de cada agrupación. Vale decir: en las elecciones del 2014 los canales privados deberían ceder gratuitamente minutos de su emisión para propaganda electoral que representen más minutos para los partidos más votados proporcionalmente a los resultados de la elección presidencial del 2009, ajustado a las figuras presidenciales de los precandidatos que se alcen con la victoria de sus internas del 2014.
Ni que decir que de derecha a ‘izquierda’ la opinión, como siempre, va x barrios.
En las publicaciones oficialistas se entiende que la medida es justa y democrática, y que evidentemente es más justo que aquellos que sean más votados tengan más recursos que aquellos que tienen menos votos pero sí mucho dinero para pagar publicidad. (El caso de Mujica es usado como paradigmático ya que -con un empate técnico anticipado x casi todos los sondeos de las encuestadoras previas a esta elección-, no dispone, según parece a todas luces, de la chequera de la oligarquía extranjera y nacional que tiene Lacalle. O la chequera de la burocracia burguesa nacional y extranjera de la ‘izquierda’ no es tan abultada como la de la oligarquía de la derecha, x un decir.)
Del lado de la derecha la cosa es tratada con desdén, y en consonancia con lo que ya adelantaron Blancos y Colorados: que van a apelar para que el proyecto de ley tenga que votarse en otra instancia superior a la legislativa, una instancia que requiera más que ser votada x mayoría simple de los legisladores, cosa que el Frente x sí solo ya estaría logrando.
Absurdamente se llegó a cuantificar que la incidencia de la propaganda electoral en el votante es poca, ya que, según esta línea de pensamiento, la inmensa mayoría de las personas ya tienen decidido a quién van a votar antes de que empiecen con los avisos. (¡!)
Es ridículo sostener esto. Desde el escritor español Baltasar Gracián (1601-1658) que acuñó la célebre frase “lo que no se ve no existe”, hasta el más moderno, ‘si no estás en la tele no existís’, nadie duda del poder de los medios en una sociedad profundamente globalizada en lo audiovisual.
Alcanza con saber que cerca del 80% de toda la torta de la guita metida en propaganda electoral va a parar a la televisión para desmentir tajantemente la presunta falta de incidencia en el votante que desde la derecha le quieren dar a la cuestión…
Lo que nadie dice –sin embargo-, es que a los medios de derecha (Búsqueda, sí, cuando no), no les causa ninguna gracia el tema puesto que, pagándose o no pagándose cash esos minutos, siempre sirve contar con ellos (los minutos de tv son carísimos, sea que se cobren o que se deban// según mis últimos datos a razón de US$1.100 el minuto de tv).
Ninguna gracia les hará la cosa a Los De Feo-Fontaina en Canal 10. Tampoco a los Romay de Canal 4. (Ambas familias emparentadas al Partido Colorado desde las mismísimas adjudicaciones de las ondas.)
Ninguna gracia les hará a los Scheck o los Restano, socios minoritarios de Canal 12 (aunque totales adjudicatarios de la onda en lo legal –Blancos y del Opus Dei, x naturaleza); o a los Cardoso-Pombo, flamantes adquirientes de las acciones mayoritarias de este canal, propietarios además de Búsqueda, El Observador, y los supermercados Geant, Disco y Devoto, dignos representantes de la derecha empresarial del Uruguay.
X otra parte nadie observa que en el actual panorama electoral lo que está haciendo el Frente Amplio es repartirse x anticipado –asegurarse- casi la mitad de esos minutos de aire de propaganda electoral para la posible vuelta de Tabaré en el 2015 (hipótesis que acá en Miedo y Asco ya habíamos arriesgado casi al comienzo de este mandato). Tampoco se dice que el Partido Nacional se estaría quedando con la otra parte, un tanto más grandecita, al parecer.
La reacción a todo lo que acontezca con este tema de acá en más no se va a hacer esperar. (Si se les saca guita a los canales con algo se los tendrá que compensar.)
Para replantearse sin dudas el tema de lo que son los medios audiovisuales y su impacto en la opinión de la población en general (formando la opinión pública, construyendo idearios de sociedad, creando la ‘cultura’ de una nación), me gustaría recordar las palabras que dijera Albert Speer, el arquitecto de Hitler, amigo y segundo en jerarquía durante la Segunda Guerra Mundial, ni bien salido de sus veinte años de condena en la prisión de Spandau, en Berlín. “Los crímenes del Tercer Reich son esencialmente crímenes modernos, posibilitados x la tecnología del siglo XX, que encierra en sí, a un tiempo, grandes promesas y un gran peligro para los valores humanos.”
“En mi discurso de cierre en el juicio de Nuremberg –confiesa Speer-, traté de llegar a la raíz del problema. Hablando como principal representante de una tecnocracia que había pervertido inexorablemente las herramientas de la tecnología, convirtiéndolas en instrumentos de destrucción masiva, dije al tribunal: La dictadura de Hitler fue la primera dictadura de un estado industrial, en esta era de tecnología moderna, una dictadura que empleó a la perfección los medios tecnológicos para dominar a su propio pueblo…X medio de instrumentos tecnológicos tales como la radio y el sistema de comunicaciones públicas, ochenta millones de personas pudieron ser sujetas a la voluntad de un solo individuo. El teléfono, el teletipo y la radio posibilitaron la transmisión de las órdenes provenientes de los más altos mandos directamente a los niveles más bajos, donde se las ejecutó sin críticas, en vistas de su gran autoridad.”
En tiempos de Hitler no había llegado todavía la tele, el celular, la computadora, la Internet… ni la trasmisión electrónica de datos o dinero…
¿Qué no haría ese animalito con estos inventos?
(X otra parte sepan que en África se supo primero de la muerte de la Reina Victoria (1837-1901) x la comunicación entre tambores establecida x los propios negros que x el telégrafo eléctrico.)




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